lunes, 19 de enero de 2009

EDUCACIÓN ISLÁMICA EN ESPAÑA


ESTADÍSTICAS E INTEGRACIÓN EDUCATIVA DE LOS INMIGRANTES PROCEDENTES DE PAÍSES ISLÁMICOS

Uno de los objetos de estudio es la integración educativa, entendiendo ésta como un proceso gradual que surge de un intercambio cultural recíproco en condiciones de igualdad y que tiene como meta la adaptación mutua a una nueva sociedad multicultural, al mismo tiempo que pretende preservar y fortalecer la identidad cultural de cada uno.
Dos estudios recientes presentan al grupo de escolares islámicos como los menos aceptados por los españoles de entre el mosaico de etnias que conviven en las escuelas españolas actualmente. Este rechazo por parte de los autóctonos para con los islámicos, crece con la edad y se hace más acusado entre los alumnos de bachillerato. Cuando los estudiantes islámicos situados fuera del aula se sienten rechazados por los demás, actúan de forma desajustada que ni ellos mismos quieren, y se refugian en el subgrupo de adolescentes y jóvenes que a su vez también son rechazados.
Citamos en primer término como punto de distanciamiento de los islámicos respecto de los demás estudiantes, el dominio de la lengua de la sociedad de acogida, considerado este extremo como una de las cuestiones centrales de la integración de las personas inmigrantes en Españas. Aprender la lengua supone también conocer los valores culturales de la nueva sociedad, lo que contribuye a su vez al reconocimiento y valoración de la propia cultura.
Las familias islámicas expresan, por lo general, una despreocupación y notable falta de interés ante la educación. Cuando hay desconexión familiar con los centros de enseñanza de los niños y jóvenes son los directamente afectados negativamente en todos los casos tanto entre los españoles como entre los inmigrantes.
Añadimos una tercera explicación en esta triple causa de la falta de integración del niño islámico al contexto español. Se trata de la cuestión económica. Los islámicos pertenecen a un medio social económica y culturalmente débil, son inmigrantes económicos, y está demostrado en todos los países que, aquellos alumnos procedentes de niveles sociales bajo, obtienen resultados escolares inferiores a los de la media de la población general.
Estos alumnos viven también a menudo, la no adaptación desde el punto de vista psicológico, provocado por el fuerte choque cultural que les supone el cambio, por lo que se sienten frustrados, confusos, aislados. Más aún cuando su cultura de origen no tiene presencia en la escuela, salvo en escasas ocasiones y con carácter folklórico.
Todas estas cuestiones hacen que las autoridades educativas tomen conciencia de la situación y traten de idear nuevos programas, en realidad la mayor parte de las veces de adaptar los ya existentes, para cubrir las necesidades y dificultades que estos requieren.

Los datos, basados en las estadísticas elaboradas por el Ministerio de Educación, intentan dar cuenta, en primer lugar, de la evolución de la presencia de los alumnos islámicos, así como de sus peculiaridades en este sentido.
El aumento de los islámicos se ha producido de manera proporcional suponiendo un 332% de incremento relativo desde el mismo curso escolar. Niños islámicos escolarizados en España durante el curso 2001/02, el 31%(11.974) asistía a centros educativos catalanes, en tanto que esta proporción disminuía al 22%(8.581) en los madrileños y al 10%(3.974) en los andaluces. En el siguiente curso escolar, el 2002/03, las proporciones fueron las siguientes: un 32%( 15.012) de los 41.099 islámicos escolarizados en este curso lo estaban en Cataluña, un 20%(9.621) en Madrid y un 11%(5.118) en Andalucía.
En el curso 1999/00, la mayor parte de los alumnos islámicos se concentra específicamente en el tramo de la educación obligatoria, Educación Primaria y Secundaria Obligatoria, siendo su presencia mucho menos en el resto de los tramos educativos. En este sentido, de los 25.199 alumnos islámicos durante ese curso escolar, 18.903 estaban escolarizados en Primaria y en la Eso, además otros 4.927 lo estaban en Infantil. Por lo tanto, apenas un 5% de los islámicos en ese curso estuvieron escolarizados en los niveles posteriores a la educación obligatoria: Bachillerato, Formación Profesional, Módulos de Grado Medio o Superior y en Garantía Social.
En definitiva, podemos observar gracias a los datos de Ángela del Valle López (Universidad complutense de Madrid) y el Atlas de la inmigración marroquí en España (Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos 2004), los problemas y estadísticas de la educación de los islámicos en España.

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